Es fácil percibir cómo los desechos plásticos, por ejemplo de envases  de líquidos como el aceite de cocina, no son susceptibles de asimilarse  de nuevo en la naturaleza, porque su material tarda aproximadamente  unos 180 años en degradarse.
Ante esta realidad, se ha establecido el reciclado de tales productos de plástico, que ha  consistido básicamente en recolectarlos, limpiarlos, seleccionarlos por  tipo de material y fundirlos de nuevo para usarlos como materia prima  adicional, alternativa o sustituta para el moldeado de otros productos.
De esta forma la humanidad ha encontrado una forma adecuada para  evitar la contaminación de productos que por su  composición, materiales o componentes, no son fáciles de desechar de  forma convencional.
Se pueden salvar grandes cantidades de recursos naturales no  renovables cuando en los procesos de producción se utilizan materiales  "reciclados". Los recursos renovables, como los árboles, también pueden  ser salvados. La utilización de productos reciclados disminuye el  consumo de energía. Cuando se consuman menos combustibles fósiles, se  generará menos CO2 y por lo tanto habrá menos lluvia ácida y se reducirá  el efecto invernadero.
Desde el punto de vista financiero: Un buen proceso de reciclaje es  capaz de generar ingresos. Por lo anteriormente expuesto, se hace  ineludible mejorar y establecer nuevas tecnologías en cuanto a los  procesos de recuperación de plásticos y buscar solución a este problema  tan nocivo para la sociedad y que día a día va en aumento deteriorando  al medio ambiente. En las secciones siguientes se plantea el diseño de  un fundidor para polietileno de baja densidad, su uso, sus  características, recomendación y el impacto positivo que proporcionará a  la comunidad.
Algunos plásticos no son recuperables, como el poliestireno cristal y  la bakelita.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario